Bonda
Día 1: Un Encuentro con la Naturaleza y la Tradición
El primer día comenzó con una exploración fascinante en Bonda, donde el proceso del café nos reveló secretos en Acroegronevada. Con cada paso, el aroma a café fresco nos envolvía, mientras aprendíamos sobre la tradición cafetera local. Las Piedras de Donama, con su imponente presencia, añadieron un toque de misterio y leyenda a la jornada.
La caminata de dos horas hasta la Finca Corea fue una aventura en sí misma, rodeados de paisajes montañosos que se desplegaban ante nuestros ojos. En la finca, un desayuno campesino nos esperaba, y la infraestructura artesanal del café nos ofreció una visión íntima del cultivo y procesamiento de este preciado grano. La Cascada Velo de la Novia, con su majestuosa caída, nos brindó un respiro refrescante y una conexión profunda con la naturaleza.
Ascender por el cafetal hasta encontrar los caballos fue como entrar en otro mundo. Durante tres horas y media, montados en estos nobles animales, nos adentramos en los altísimos paisajes hasta alcanzar los 2.200 metros sobre el nivel del mar. El almuerzo en la Granja La Lujana, rodeado de montañas, fue el cierre perfecto para un día lleno de maravillas.
Finalmente, llegamos al Palacio de las Nubes, nuestro refugio en las alturas, donde el cielo estrellado y la tranquilidad nocturna nos prepararon para el día siguiente.
Día 2: De Cielos a Cascadas
El amanecer en el Palacio de las Nubes fue un espectáculo en sí mismo, con vistas a los nevados que parecían tocar el cielo. Tras un desayuno que nos preparó para el día, descendimos por el sendero de Montaña Virgen hasta la Cascada Aluna. La caminata, con sus vistas y sonidos naturales, nos ofreció un momento de pura serenidad.
La subida a Altos de la Sierra fue un desafío, pero las vistas panorámicas y el almuerzo en este punto elevado hicieron que cada paso valiera la pena. El recorrido en 4x4 hasta el Cerro Kennedy nos dio una perspectiva distinta de la sierra, antes de descender por Minca y regresar a Santa Marta, llevando con nosotros recuerdos imborrables de estos dos días mágicos en el corazón de la Sierra Nevada.