El día en Minca comenzó con la promesa de una aventura llena de sabores y naturaleza. Nos dirigimos al Hotel Tierra Adentro, un lugar escondido en medio de las montañas donde la naturaleza y la tranquilidad reinan. Desde el primer momento, supe que este no sería un simple tour, sino una inmersión en lo más profundo de la cultura del café y el cacao.

Después de un delicioso desayuno que nos preparó para la jornada, nos aventuramos hacia Ecopoint, un rincón de Minca que te deja sin aliento. El camino nos llevó en un Treker hasta un mirador espectacular. Desde allí, la vista de la sierra, con su verde interminable, fue simplemente impresionante.

Pero la verdadera magia comenzó con el tour del café y el cacao. Conocer el proceso de cultivo, desde las pequeñas semillas hasta la taza humeante de café o el chocolate derretido, fue una experiencia enriquecedora. Cada sorbo y cada bocado se sentían más intensos, más conectados a la tierra.

Al final del recorrido, una bebida de bienvenida nos esperaba en la terraza, un gesto que resumía la hospitalidad de Minca. Mientras el día llegaba a su fin, me di cuenta de que este viaje había sido más que una simple excursión; fue un reencuentro con lo esencial, con los sabores y paisajes que hacen de Minca un lugar único.